La selección de España ha escrito en el remoto Japón la página más bella de su historia al proclamarse campeona del mundo con autoridad, contundencia y, sobre todo, con mucho estilo.
El grupo de jugadores que dirige José Vicente Pepu Hernández no dejó lugar a dudas en la final tras superar a la poderosa Grecia 70 a 47.
Durante el torneo la selección española sólo tuvo problemas en semifinales para superar a Argentina, los actuales campeones olímpicos, donde se llegó a unos últimos segundos de infarto. Durante la primera fase pasó como un rodillo sobre Panamá, Nueva Zelanda, Alemania, Japón y Angola.