Sé que entre ustedes hay lectores que buscan el análisis de cine como una oportunidad, para mantener una crítica y aguda visión distinta del resto de los compradores de millo, sodas, nachos y ahora churros, que inundan las salas de cine, y al salir dicen: "’taba güena la película", sin ir más allá de ese simple comentario.
Dicho esto, un pequeño filme de suspenso para adolescentes, llamado "Paranoia", puede convertirse rápidamente en un interesante ejercicio por constituirse en un tributo a la filmografía de Alfred Hitchkcock; claro está, guardando las serias proporciones naturales, porque Dj Caruso ("Robando vidas"), director de este modesto thriller, definitivamente no es el maestro del suspenso, pero le encantan los elementos básicos que usaba el creador del filme "Vértigo".
"Paranoia" centra el protagónico en Kale (impresionante Shia Labouf), un joven que vive con un aparato GPS, pegado al tobillo por encontrarse en arresto domiciliario por problemas de manejo de ira. Con su padre recién fallecido, el personaje se la pasa en su entorno hogareño limitado de su libertad, pero encuentra en la vigilancia su mejor vía de escape del aburrimiento.
Mientras "vigila" la vida de sus vecinos, se topa con una preciosa chica que vive al lado y con el señor Turner (siempre efectivo David Morse), el enigmático vecino de quien sospecha puede ser un asesino serial.
Así pasamos de una inocente película medio romanticona, con buenas líneas para sus actores, al thriller predecible, pero efectivo, que por momentos nos pone al borde de la silla.
"Paranoia", resta decir que es un interesante tributo a elementos de "La ventana indiscreta" y "Psicosis". Calificación: 3.9.