La elección de Pedro Miguel González como presidente del Parlamento de Panamá, acusado de asesinato por Estados Unidos, ha abierto una brecha en las relaciones entre ambos países además de desencadenar una crisis política interna.
Así coincidieron fuentes del PRD, la oposición y analistas políticos.
El gobierno de EEUU se declaró "profundamente decepcionado" mediante un comunicado emitido por el Departamento de Estado, horas después de que González fuese elegido presidente del Parlamento.
El gobernante panameño, Martín Torrijos, "ha tratado hasta el último momento de impedir que González fuera elegido", pero "parece haber perdido el control" de su partido en el Parlamento, aseguraron a EFE fuentes cercanas a su despacho.
Otras fuentes del PRD consideraron que "fue Torrijos quien inicialmente se comprometió con González a promocionar, cuando éste se lo pidió, su candidatura" a la presidencia de la Asamblea. Esas mismas fuentes admitieron la posibilidad de que posteriormente Torrijos hubiera cedido a "presiones de la embajada de Estados Unidos por las que intentara dar marcha atrás".
Los líderes de la oposición criticaron unánimemente la elección de González.