En un hogar, las cifras son claras. El comportamiento diferente del hombre delata la existencia de algo raro, pero no certifica que en efecto exista un nuevo amor. Uno de los factores que podrían confirmar tal situación es el desbalance económico que se registra dos veces al mes.
Cuando usualmente la familia le alcanzaba para realizar el supermercado y pagar las deudas de servicio público y ahora nota que de la nada no puede cubrir ciertas necesidades de la vivienda, entonces es que huele a podrido: hay otro ‘pay’ que tiene loco al marido.
Las relaciones externas cuestan dinero y usualmente los hombres más sabios siempre esperan la quincena para satisfacer los gustos de la otra mujer, ya sea invitándola a comer y/o a comprar algo de ropa.
Si la salida comienza con ir a comer en un buen lugar, se descontaría B/.25.00 de su bolsillo. Luego de comer, un buen bailecito y tragos en una discoteca saldría por B/.25.00 más y el cierre final es depositar de B/.10.00 a B/. 15.00 en la ranurita del "push buttom", más el B/.1.00 por el condón.
El hombre que quema a su mujer en la quincena gastaría en promedio B/.66.00, lo mismo que decir B/. 132.00 al mes, casi la letra de una casa modesta.
Si usted es aquellos hombres que anda por ahí saboreando el caramelo ajeno, medite sobre su actuación y saque su cuenta porque está privando de dinero a su familia.
No ande con excusas baratas y deje de engañar a su bebé. ¿Recuerda con le llamaba así a su mujer?
El panameño debe entender que tarde o temprano hay que cambiar la mentalidad "perruna" para convertirse en el hombre de la casa, a quien su esposa e hijos ven como a un rey.
Dese el gusto de estar más tiempo con su familia. Invierta ese dinero que usa para practicar sexo por fuera en una buena cena con toda su gente. Se sentirá mejor.