Las familias de Beslan rindieron homenaje a los 331 muertos de la toma de rehenes en la escuela Número 1 de esta ciudad del sur de Rusia, un año después y a la misma hora del inicio de la tragedia, en un ambiente en el que podía palparse la cólera contra el poder.
Decenas de personas con ramos de flores llegaron hasta la escuela en ruinas, cubierta ahora de telas rojas estampadas con palomas blancas enviadas por escolares del mundo entero.
Cuatro campanadas recordaron la toma de rehenes por rebeldes chechenos.
La toma de rehenes la escuela Número 1 culminó el 3 de septiembre de 2004 con la muerte de 330 personas -entre ellas 186 niños- a las que se sumó una herida que falleció recientemente.