Las despedidas son tristes, pero la de Mireya Moscoso ayer tuvo un ingrediente popular. Los arnulfistas colmaron el Palacio de las Garzas para acompañar hasta el final a su líder, que abandonó a las 6:20 p.m. la Presidencia de la República.
Una mandataria seria, pero emotiva, alzó sus manos e hizo con sus dedos la señal de la "V": el volveremos, que se ha convertido en el grito de guerra de los arnulfistas.
"Muchas gracias por estar conmigo", gritó Mireya; mientras sus seguidores cantaban el Himno de Acción Comunal.
En medio de empujones, Moscoso le dio una recomendación a Martín Torrijos: "que no se olvide de los pobres".