Un nuevo gobernante llega al poder. Cada cinco años cuando se produce la renovación en el Organo Ejecutivo crece la esperanza en un pueblo que espera soluciones a los problemas que lo agobian por siempre y que nadie les resuelve.
Hoy Martín Torrijos estará rodeado de seguidores y nuevos amigos que surgen al calor del poder. Recibe la presidencia con un gran mandato popular y una excesiva mayoría en la Asamblea Legislativa.. La oposición está desarticulada y se cura las heridas sufridas por la aplastante derrota de mayo pasado. Así las cosas, no habrán excusas.
Se debe reconocer que el nuevo gobierno no nadará en un mar de leche. Recibe una Caja de Seguro Social a punto del colapsar, una estrecha situación fiscal y debe enfrentar exorbitantes abonos a la deuda pública.
La única esperanza que se observa en el panorama del país es la ejecución del proyecto de ampliación del Canal de Panamá. Una obra de esa magnitud activará la economía y podría generar miles de empleos.
Como capricho del destino, Martín Torrijos recibe el poder de Mireya Moscoso, la esposa del mandatario que en 1968 fue derrocado por un grupo de militares encabezados por su padre, el general Omar Torrijos Herrera.
Pero esas son cosas del pasado. Lo que importa es lo que haga desde ahora el Señor Presidente. !Que cumpla lo que prometió y siga el rumbo adecuado!.
Su partido debe entender que vivimos otros tiempos, donde la democracia se impone y frente al escenario, los medios de comunicación social deben ejercer su papel fiscalizador. No somos ni amigos ni enemigos de éste ni de cualquier mandatario. ¡Nuestro deber es y será informar!.