En muchas ocasiones se ha dialogado acerca de la discriminación de género en el ámbito laboral. Pero en este artículo no nos quejaremos de la falta de igualdad. La psicóloga Itzel Sayavedra nos da algunas herramientas para enfrentar un mundo laboral dominado por hombres.
Esfuérzate: Lo primero es saber que por ser mujer debes hacer un doble esfuerzo para lograr que se te reconozca como profesional y para mantenerte en tu puesto.
Piensa: Para trabajar el doble, debes centrarte en conseguir objetivos y metas. Además ten bien clara las situaciones que te rodean, detállalas y descríbelas, para que definas lo que pasa.
No cambies: No tienes que desarrollar roles masculinos para lograr posiciones y mantenernos en el ámbito laborar.
No somos iguales: Debes concentrarte en seguir siendo lo que eres y actuar con seguridad.
Desarróllate: Aprende nuevas capacidades y potencialidades que te ayuden a enfrentarte a cualquier situación.
Preparada: Cuando el ser humano se siente amenazado huye, se paraliza o ataca. El hombre por lo general a taca, por ello desarrolla destrezas para hacerle frente a esas sutiles formas de agresividad.
No pierdas los papeles: Lo peor que podemos hacer es pelear de tú a tú, hay otras maneras. Debemos cuidarnos del estereotipo que dice que las mujeres con poder son agresivas y conflictivas. Recuerda, si pierdes la paciencia o el control, pierdes todo.
Usa los testigos: Si te buscan dile "Mira no me gusta la manera como te estas dirigiendo a mí, te agradezco que no sigas haciéndolo", pero asegúrate que hayan testigos de tu actitud madura y centrada.
Busca ayuda: Yo sé que nadie quiere ser el sapo de la oficina, pero es mejor advertir un posible problema comentándole la situación a un superior de tu confianza.
No te dejes vencer: Nunca te desanimes ni pienses que hagas lo que hagas, siempre te van a discriminar. Conviértete en un ser de constante lucha y superación, rompe esos esquemas e impon tu presencia en el mundo.
Perfecciónate: Debes seguir insistiendo en tu desarrollo y perfeccionamiento profesional. Aunque la realidad, es que por más preparación que la mujer tenga, le cuesta el doble que a los hombres lograr una posición.
Desarrolla el sentido de género: Desarrolla una conciencia de género que te haga ser aliada y dejes de competir con nosotras.
Evita las sobrecargas: En ocasiones te encontrarás con sobrecarga laboral, no sólo en la oficina, sino también en casa, organízate y pide ayuda.
Nada de banca: No eres suplente de los hombres, como pasó durante la guerra; ahora tienes un espacio ganado; conquístalo.
Evita el estrés: Si agotas todos estos consejos y nada, entonces lo mejor es buscar otro trabajo.
Las próximas generaciones: Debes criar a tus hijos para que sean compañeros de su pareja, que luche hombro a hombro y de esta manera las próximas generaciones restablezcan las bases de la familia.
No olvidarte de tus prioridades: En este tira y jala, tanto las mujeres como los hombres nos hemos vuelto materialistas. A ver quién gana más, quién tiene más. Y nos hemos olvidado del hogar, huyendo del núcleo familiar y dejando a nuestros seres amados en el olvido.