La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que Panamá tendrá un crecimiento del 8% para este año y para el 2009 se espera que sea del 7%.
De los países de América Latina, Panamá ocupará el segundo lugar en cuanto a incremento, superado solamente por Perú.
Sin embargo, la CEPAL advierte que la región tendrá un alza en los precios de los alimentos y del petróleo, advirtiendo que los precios domésticos se han incrementado en un 16% en la región.
Sin duda que la economía panameña pasa por buenos tiempos, pero eso no se traduce en grandes beneficios para el común de los ciudadanos, que ven que sus economías se estrechan cada quincena.
Las finanzas del Estado no registran déficit y más bien algunas instituciones reflejan superávit. Esa es demostración de que hay saneamiento de las finanzas públicas, producto de los ingresos que generan los sectores productivos.
Lo que preocupa es que el crecimiento de la gran economía del país no permea hacia abajo. Pareciera que la riqueza se está concentrando en pequeños grupos, mientras la mayoría pasa ahora más trabajo, con el alza constante de los precios de los productos de la canasta básica.
Frente a eso, hay que hacer algo. Si la nación pasa por buenos tiempos, lo lógico es que los panameños también estén bien, pero eso no se está dando. Estamos en dos Panamá diferentes: uno que nada en riqueza y otro donde una gran mayoría está inmerso en la pobreza.