Los rumores de un supuesto secuestro puso en alerta en a las unidades de la Policía Nacional en Colón, que organizaron un operativo junto a la Dirección de Investigación Judicial para dar con el afectado.
Se trataba de un docente en Escobal. Él se había ido de su casa desde el domingo, y como no aparecía, sus familiares lo daban por secuestrado.
El profesor estaba en casa de un curandero que-según él-le había extraído del estómago un sapo y una cucaracha y lo estaba curando de una enfermedad que lo estaba matando.
Todo reforzó la tesis del secuestro. Una de sus hermanas recibió la llamada del profesor que le pedía que entregara 6 mil dólares a una señora que iba a buscarlos para pagar al curandero.
Al llegar la mujer en busca del dinero, fue aprehendida para investigación, ya que la familia pensaba que se trataba del pago de un rescate.
Sin embargo, cuando fueron al área donde estaba el profesor supuestamente secuestrado, éste se molestó porque le interrumpieron su tratamiento, y faltaban más sapos y cucarachas para sacarle.