Urbano Jiménez Rodríguez, de 72 años, un indígena de la etnia Gnöbe Buglé, murió ahogado cuando una cabeza de agua del río Juan Díaz inundó varios kilómetros de un bajo, en la comunidad El Trapichito, ubicada en Pedregal, la noche del lunes.
La furia de la naturaleza convertida en lluvia inició alrededor de las 5:30 de la tarde del lunes; 2 horas después, lo que antes era tierra de plantíos, estaba bajo el agua.
La fuerza de la corriente era tan poderosa que arrasó con casi todo lo que encontró a su paso, desde humildes viviendas de palo, zinc y madera, modestas plantaciones de mostaza, ajíes, plátano, guineo, hasta la humilde morada del señor Urbano.
Testigos informaron a 'Crítica' que cerca de las 10:00 de la noche del lunes, a Urbano no le quedó otro remedio que saltar a las furiosas aguas junto a otros 3 lugareños, intentando escapar.
La corriente había debilitado las bases de su vivienda, la cual estaba a punto de ser arrastrada.
El agua fue más fuerte que Urbano, arrastrándolo varios kilómetros río abajo.
Personal del SINAPROC ubicó el cuerpo del indígena cerca a las 12:30 de la tarde de ayer, martes, boca abajo y desnudo, en las riberas del río, detrás de la empresa Blue Ribbon.
Además de la casa de Urbano, la corriente del agua se llevó otras 3 viviendas.
Los otros 3 hombres que saltaron junto con el hoy occiso se salvaron de milagro; ellos lograron sostenerse de una palmera que les sirvió de sostén, mientras pasaba lo peor.
Quienes tuvieron la oportunidad de compartir con Urbano, indicaron que vivía en El Trapichito desde hace unos 40 años, no tenía familia en la capital y vivía de lo que plantaba.
Gran preocupación sienten los conocidos y vecinos de ese hombre de trabajo, ya que al no tener familia, no saben lo que harán para poder darle cristiana sepultura.