El primer ministro de Tailandia, Samak Sundaravej, descartó hoy declarar el estado de excepción y pidió calma a los manifestantes que en Bangkok han tomado la sede del Gobierno y bloqueado los accesos del Ministerio de Finanzas.
"Vamos a hacer todo para que la situación regrese a la normalidad", señaló Sundaravej en su discurso televisado a toda la nación.
Sundaravej, que de momento se guarda la baza de la fuerza, afirmó que se emprenderán emprenderá acciones judiciales contra los responsables de la manifestación, que fue convocada por la Alianza del Pueblo para la Democracia (PAD, por su sigla en inglés) para exigir la dimisión del Ejecutivo.
El viceprimer ministro y titular del Interior, Kowit Wattana, ha sido encargado de controlar la situación y de supervisar el comportamiento de los agentes del orden público.
El jefe del Ejército tailandés, Anupong Paochinda, aseguró que no habrá golpe de estado militar y que los soldados no saldrán a la calles para contener a los manifestantes. Por la tarde, cientos de manifestantes irrumpieron en la sede del Gobierno de Tailandia y ocuparon el recinto, aunque no entraron en las oficinas, según pudo observar EFE.