La sudafricana Caster Semenya, que regresó ayer al estadio Olímpico berlinés donde hace un año se proclamó campeona mundial de 800 mts. antes de afrontar un largo proceso de verificación de sexo, se declaró satisfecha con su victoria porque había logrado su objetivo de bajar de los dos minutos.
Semenya, fue la ganadora en su categoría con una marca de 1:59.90.
"Me he sentido muy bien en mi regreso a Berlín. Me he concentrado en esta carrera y en el cronómetro. Mi objetivo era bajar de los dos minutos y lo he conseguido", afirmó.