Profeticé en la Iglesia de Hosanna en Tocumen, pastoreada por Cecilia y también tuvo conocimiento el Reverendo Orlando Quintero de Hosanna de Milla Ocho, cuando les dije hace más de cuatro meses, que en Perú iba a acontecer algo terrible y que el Espíritu de Dios me levantó a las 2 de la mañana y me dijo ve a Perú y anuncia a mi pueblo que voy a estremecer su país ya que el pecado de la multitud a llegado a mis narices y me llevaré cristianos y no cristianos. Solo me dijo eso.
Yo sólo lo dije en la Iglesia que Pastorea Cecilia García (6623-5181) y al Reverendo Orlando Quintero (6603-3160). Más no lo escribí en el periódico esta vez. Ahora en adelante que Dios me hable iré y lo diré sin demorar ápice alguno. Le pedí perdón al Señor por no haber ido a Perú y ya estoy en eso; me tiro de rodillas y le dije al Señor, Señor perdóname, te doy el Doctorado en Derecho Procesal de la Universidad de Argentina, no iré, para dedicarme más a ti; háblame, pues acaba de temblar Perú.
Miré y he aquí bajo un precipicio no tan alto rodeado de montañas se veía un río tipo lago bien clarito, y de la orilla de esas aguas salía de la tierra una anaconda anormal, la más grande que he visto hasta ahora, diría que podría tragarse a varias anacondas grandes y no se llenaría, no había salido totalmente de la tierra y ya media una casi 77 pies de largo, era tan gorda que nadie le podría hacer frente su color chocolate, amarillo y negro y su cabeza no se veía pues estaba pues a la orilla de la montaña había un piso de dos mil metros, sostenido por columnas y parte de su cuerpo se deslizaba lentamente hacia arriba como para asomarse, y parte de su cola aun no había salido totalmente de la tierra, era enormísima. La interpretación es esta: Gloria del Padre es dar sabiduría y profecía a sus profetas, y NO HARÁ NADA EL DIOS DEL CIELO, SIN QUE SE LOS REVELE A SUS SIERVOS LOS PROFETAS.