Fue la noche que siempre soñamos. Poco a poco nos acercamos a donde estaba Saladino, a lo lejos veíamos como palpitaba su corazón, casi asegurando la medalla de oro, aunque no satisfecho con el salto, pero eso es lo de menos, el oro es nuestro.
Fue un momento de mucho nerviosismo, combinado con emoción y esperanza. La gente no entendía, nos unimos, todos éramos uno, la competencia no existió, solo una bandera tricolor. ¡Aseguramos el oro! ¡Violamos la seguridad! Un momento que fue hermoso, el más grande en nuestras vidas.
Cuando estábamos en la segunda etapa, creíamos fuertemente en este sueño. Eso nos llenó muchísimo de felicidad. Fue grande la victoria, el abrazo con Saladino. Grande, simplemente grande, fue una emoción indescriptible. Ahora nos alistamos para celebrar en Beijing, con la entrega de la medalla en el día de hoy.
Lo prometido aquí está, como quien dice, Panamá celebra y goza el triunfo más importante de su historia.
Justo en el momento en que ganó, compartimos todos los panameños. Fue tan grande que no tiene precio, pase lo que pase, va a quedar en la historia, para contárselo a todo el mundo. Éramos pocos, casi una docena e hicimos que la bandera ondeará. Gracias Saladino, por darnos esta alegría. Panamá entero es feliz.
DURAN FELIZ
"Nos abrazamos fuerte, era un gran momento, él me decía Cholo, Cholo, y yo estaba feliz, realmente fue un momento grande, estábamos muy feliz, nos abrazamos todos los panameños, lo que se vivía era una fiesta", relató Roberto Durán sobre el momento que compartió con Saladino, tras la conquista de la medalla dorada.
Durán, quien estuvo presente en el estadio "Nido de Pájaro", como embajador deportivo de Panamá, añadió que "no fue fácil, los otros rivales estaban fuertes, pero nosotros creíamos en el panameño y no nos falló".