La tragedia que cobró la vida de tres miembros del Servicio Marítimo Nacional que participaban en las maniobras "Panamax 2005", debe ser investigada.
Se debe aclarar si hubo o no una inspección previa al área de desembarco, donde se ahogaron los marinos, para prevenir cualquiera dificultad y determinar si el personal afectado llevaba exceso de peso.
Resulta inconcebible que un mero ejercicio de protección al Canal de Panamá, cobre la vida de tres panameños. Ese tipo de ejercicios deben ser planificados y no caer en improvisaciones, que luego resultan en fatalidades.
Ningún seguro ni todo el dinero son suficientes para cubrir la vida de una persona. Aparte de la investigación interna que debe desarrollar el estamento de la Fuerza Pública, se hace necesario que el Ministerio Público, también haga lo suyo, para esclarecer este caso.
Hoy tres familias lloran la muerte de sus seres queridos y merecen una explicación clara de lo sucedido. Claro que en toda actividad laboral hay exposición al peligro, pero hay medidas para reducir al mínimo esos riesgos y no sabemos si en este caso, se aplicó el procedimiento correspondiente para prevenir una tragedia.