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CREO SER UN BUEN CIUDADANO
  OPINIÓN


Sin embargo, soy un pastor bien acomodado

Redacción | Crítica en Línea

Cuando el rico se le acercó a Jesús y le preguntó: Señor, ¿cómo puedo hacer para conseguir la eternidad? Jesucristo le respondió: deja todo lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme.

¿Qué cree usted qué hizo el rico? Se rascó la cabeza y se fue. No lo pensó ni un segundo en dejar toda la riqueza por seguir a un hombre llamado Jesús, pero, si usted ha aceptado seguirlo, por qué no ha abandonado enamorarse de lo material, a pesar que hoy día pastorea una iglesia.

Estimado pastor -sí con usted mismo- ¿no se ha puesto a pensar que la opulencia que le rodea tropieza a los creyentes de su iglesia? Si nunca lo ha pensado, sepa que es así.

En las iglesias de hoy día, sobre todo esas que son bien concurridas, está creciendo la aprensión hacia los pastores y la razón se traduce en el auto lujoso que poseen él y su esposa, la casa donde viven, la ropa fina que usan y el mal ejemplo que dan como jefes de las iglesias cuando comienzan a predicar un evangelio materialista donde lo único que se escucha es ¡Diezmen, diezmen diezmen..!

Es cierto que en el Antiguo Testamento la medida que se utilizó para dar a Dios es el 10% de todo lo que haya sido prosperado la persona, pero más adelante, en el Nuevo Testamento, Jesús instituyó la ofrenda, una especie de libertad para dar poco o mucho más que un 10%, pero sobre todo tiene que darse de corazón.

Los pastores deben entender que el mejor ejemplo de humildad lo dio Jesús. El Rey de todos los reyes nació en un pesebre y se desempeñó como carpintero.

Hay iglesias que reciben mucho dinero. Claro, hay personas que de corazón ofrendan para la obra, pero nadie conoce cómo son administrados los fondos porque no existe una estructura que determina cuál es el salario del pastor, cuáles son las necesidades de sus miembros y de la iglesia.

Si deseas ser un buen pastor, recuerda ser siempre humilde y no rodearte de riquezas que no llevarás, si es que vas para el cielo. Sólo Dios sabrá si en tu corazón hay bondad.

Nunca olvides que siempre hay hermanos o hermanas viendo todo lo que ocurre para dar a conocer esto.



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