CUARTILLAS
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Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
A medida que
se acerca el primero de septiembre, mucha gente me pregunta ¿Podrá
gobernar Mireya?. Piensan que por ser periodista, yo tengo una
respuesta a sus temores.
La lógica indica que el PRD no permitirá que
doña Mireya haga un gobierno exitoso. Eso sería
perder la oportunidad de que cinco años más tarde,
ellos vuelvan al poder.
Por eso habrá que hacer fracasar los principales proyectos
del nuevo gobierno que beneficien a los pobres. Estoy seguro
que esto lo saben muy bien los próximos dirigentes. Así
que "jueguen vivo y no se dejen tomar la iniciativa".
"Poder que no puede ejercerse, no es poder", me dijo
hace poco un político viejo, en la Plaza de Francia.
Una dama comentó que doña Mireya no debió
estar de vacaciones en Miami, cuando se discutía la Sala
Quinta de la Corte Suprema de Justicia. Creo que la dama tiene
algo de razón. Estoy seguro que si la próxima presidenta
hubiese dirigido las manifestaciones contra esta ley, producto
de la soberbía del Toro, mucha más gente habría
ido a las protestas.
Pero... un lava-carro medio reído comentó sobre
esto: "A mí qué me importa la Sala Quinta,
que ni siquiera sé para qué sirve. Lo que yo quiero
es que bajen la comida y haya trabajo honrado para todos".
Este humilde lector de mi columna (que trabaja en el Parque
Porras), también tiene razón. La nueva Sala de
la Corte no era tema que entusiasmara a los pobres de este país.
Lo que sí debo indicar es que cuando Ud. acepta un
puesto de elección, debe saber que tendrá que sacrificar
muchas cosas, entre ellas su tranquilidad personal, vida social
anterior, etc.
Recuerdo que en los años setenta, un recién
electo Representante de Corregimiento, se quejaba de que casi
no lo dejaban dormir muchas noches. "La gente cuando tiene
un problema viene a mi casa a buscar una solución. Tengo
que gastar dinero, usar mi auto para llevar enfermos, escuchar
problemas a toda hora. Mucha gente no se imagina lo sacrificado
que es ser Representante", terminó diciendo con voz
adolorida el Honorable.
Como recojo comentarios sobre todas las cosas, debo señalar
que renovar un permiso de armas, ahora es más caro y complicado
que cuando estaba Noriega en el poder.
No sé cómo pasarán el supuesto examen
psicológico que exigen ahora, aquellos sujetos "fronterizos"
que están por allí empleados en seguridad. Porque,
de que los hay, ¡los hay!.
Encima de esto, hay que llevar y dejar en la armería
las armas que uno tenga, por varios días, para repetir
pruebas de balística que se hicieron hace muchos años.
Parece que algo malo ocurrió con los archivos de balística.
"Si hubiera sido un colombiano sicario tendría
sin problemas todas las armas que quisiera, sin tantas molestias",
le dije al dueño de una armería el otro día,
molesto por estos inconvenientes. En lugar de facilitarle a la
gente honesta poseer un arma, para defenderse de los maleantes,
lo que hacen es poner toda clase de trabas y molestias. ¡Viva
la democracia!.
Un dueño de casa de San Francisco de la Caleta se fue
un mes de vacaciones. Sus cuentas de luz y agua viniieron...
lo mismo que cuando ocupa la vivienda con su familia. Si esto
no significa que algo anda "chueco" al cobrar estos
servicios, ¡que se fusilen¡ Son cosas que sólo
suceden en este paisito...
Recibí la revista ANCON, con buenos artículos
ecológicos sobre la contaminación de la Bahía,
del aire (pues seguimos consumiendo gasolina con plomo), y el
lío de los polígonos de tiro de la antigua Zona
del Canal.
Pienso que Panamá tiene suficientes técnicos
y expertos en ecología, así que "manos a la
obra". Espero que el nuevo Alcalde se atreva a sanear la
Bahía y llene de árboles nuestro distrito.
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