EDITORIAL
Las equívocas pretensiones del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) constituye una instancia del quehacer financiero internacional con densa presencia en la vida de los países de nuestro continente americano, donde señala, dirige y reclama medidas económicas y financieras para desembolsar préstamos y alcanzar acuerdos de asesoría y recomendación, que resultan de afrenta para los deudores y sus pueblos. El BID, comprometido con las concepciones aperturistas y globalizantes de la economía, condiciona sus desembolsos al cumplimiento de pasos que conllevan arrinconamientos de los sectores sociales desposeídos; aplastamientos de las ejecutorias sociales públicas, ampliando la brecha de la pobreza y las carencias a favor de un cenáculo de cúspide que resulta favorecido, mientras las hambrunas, las carencias, la desnutrición, el abandono, el analfabetismo, y los morbos corren nuestras endebles sociedades. Las IFIs, entidades financieras internacionales, proclaman a voces el abandono de las medidas proteccionistas nacionales; la eliminación de los mecanismos sustitutivos de importaciones; la cancelación de las políticas arancelarias restrictivas, a favor de la libre circulación de productos y servicios foráneos, que descalabra la endeble producción nativa; genera desempleo; produce ruina e involvencia y quiebras, como ocurre hoy en las labores del sector primario panameño. En Panamá, los salineros abandonaron los estajos acosados por las importaciones millonarias de sal colombiana; los paperos, cebolleros y horticultores redujeron drásticamente los hectareajes en cultivo, arrinconados por la cebolla costarricense, las papas norteñas y los vegetales de California. Los porcinocultores sienten los embates de la apertura importadora que mantiene en los corrales al cerdo panameño, mientras los expendios despachan los rabitos, patitas y grasos, de norteamérica y otras latitudes. La presencia de una delegación de altos funcionarios del BID, quienes se reunieron con personeros del próximo gobierno arnulfista, afloró las pretensiones de la entidad bancaria que ofrece más de seiscientos millones en préstamos para la acción de gobierno, pero omite recordar que reclama en contraprestación, la adopción de medidas impopulares, cuales son privatizar el Seguro Social y el IDAAN. La posición ideológica panameñista está revertida de sensibilidad social; de protección al desvalido; de defensa de los condenados de la fortuna; condición programática que explica el surgimiento de diferencias en la reunión de Coronado: Hacer un gobierno para el pueblo, con el pueblo y por el pueblo exige reciedumbre, fortaleza, y claridad de pensamiento y ánimo y muñeca firme, para rechazar las equívocas pretensiones antipopulares de entidades como el BID.
PUNTO CRITICO |
 |
|
|
|