El profesional hablaba despacio y en voz baja. En un momento me pareció que le temblaba la voz.Resulta que hace meses, un conocido quiso ser intermediario en la venta de unos lotes del profesional... Quien quería comprar era nada menos �...El Salvaje...! (norteamericano acusado de por lo menos cinco muertes, para quedarse con propiedades y dinero de sus víctimas).
Estaba en Volcán, donde también residió por cierto tiempo el peligroso "Salvaje".
Uno puede captar un ambiente de cautela al señalar la presencia de ese personaje.
En un restaurante, la mesera nos enseñó el sitio donde comía "El Salvaje". Incluso dijo el nombre de una persona que conversaba con él... �Pero eso fue todo!
Dijo el profesional que menos mal que se negó a vender el terreno. "Si lo hubiese hecho, a lo mejor estaría muerto", comentó con algún temor.
Nosotros tuvimos al salvaje a pocos metros. En una cena en un restaurante, apareció el personaje, muy alegre, como si estuviera pasado en copas.
Su presencia causaba alboroto entre las meseras. Algunas le demostraron mucha confianza. Era conocido en el lugar. Incluso pasó a la cocina para "vacilar" a la cocinera.
Nos miraba a veces fijamente. Eso hizo que nos fuéramos del restaurante para evitar cualquier situación negativa.
Algunos nos dijeron que se supone que "El Salvaje" tiene propiedades en las tierras altas de Volcán...
Pero ese no es el único caso de extranjeros maleantes en esos sitios. En Boquete también se han detectado otros (pedófilos).
Nos informaron varios casos de meses atrás. Uno de ellos fue un colombiano que pidió alquilar una cabaña... �en un sitio retirado! Meses después llegaron policías panameños y extranjeros y "se lo llevaron" no se sabe detalles de este caso.
En otra ocasión, un norteamericano fue capturado en Volcán, ya que se le acusaba de fraudes millonarios en su país.
Realmente estos casos son pocos. La mayoría de los extranjeros que disfrutan de la vida en Panamá son personas honestas.
De todas maneras, sería conveniente que haya mejores controles sobre los extranjeros que vienen a vivir a Panamá.
No podemos permitir que algunas "manzanas podridas" de esos países, busquen refugio aquí y hasta sigan cometiendo delitos.
Somos un país pacífico, pero eso no significa que no cuidemos nuestra paz.
