Los últimos gobiernos que han dirigido al Estado panameño han evidenciado con sus actos, su vocación por la destrucción del medio ambiente, y en muchos proyectos, los famosos: Estudios de Impacto Ambiental (I.E.A.) se constituyeron en meras fachadas en medio de la devastación de hectáreas de bosques y manglares a lo largo y ancho de la geografía nacional.
Ahora el pueblo es sorprendido con una nueva ley macarrónica denominada por los medios de comunicación y sectores populares como "ley 9 en 1, que entre tantos "locos temas", en el ambiental exime del requisito de realizar Estudio de Impacto Ambiental, cuando el proyecto a ejecutar sea de "interés social", terminología que en nuestro país eminentemente capitalista, NO SIGNIFICA NADA, y es subjetivamente utilizada por los que históricamente se han apoderado de cada milímetro de tierra, costas y manglares de nuestro devastado y agonizante Panamá.
Por su parte, la población panameña está despertando lentamente, pero no a la velocidad que necesita el planeta ante la devastación de todos los recursos naturales, este letargo se debe, entre otras cosas, a la ignorancia abismal sobre el tema ambiental.
Tenemos entonces, a un Panamá repleto de personas que por acción u omisión se han convertido en "Criminales del Ambiente", ya que le están cercenando la posibilidad de vida a las "nuevas generaciones", producto del egoísmo y la ambición de unos cuantos, que se olvidan que tienen hijos(as) que sufrirán indefectiblemente los embates del cambio climático, aunque se cambien de país porque como decía CARL SAGAN: "Las moléculas son tontas, los gases de invernadero y las sustancias que atacan la capa protectora de ozono no respetan fronteras; se olvidan de la noción de soberanía nacional".