Una emotiva misa de cuerpo presente se realizó ayer en el Parque del Recuerdo, en Las Cumbres, para dar el último adiós al Dr. Euribiades Julio, de 50 años, quien fungía como médico en el Hospital Manuel Amador Guerrero, en Colón. Un disparo le quitó la vida la noche del sábado 9 de agosto.
Cientos de personas se dieron cita en el sepelio de Julio, en el que su esposa, Yolanda de Julio, dio gracias a Dios por las fuerzas que le ha dado para soportar su pérdida y por haberla dejado sola, fueron sus palabras.
Asimismo agradeció por los 22 años de casados y los 32 años que tenían de conocerse, pues desde los 14 años ella, y él con 17, sus destinos fueron marcados.
LA DESPEDIDA
Un camino de honor del SINAPROC y la Cruz Roja escoltó el féretro hasta la carroza fúnebre, donde le dieron el saludo marcial para luego ser trasladado a su última morada en el cementerio.
Al entierro acudieron colegas del difunto, amistades, familiares, una delegación de estudiantes del colegio Nuestra Señora de Lourdes, así como miembros de la Cruz Roja, Protección Civil y del Club de Leones, asociaciones a los a cuales el Dr. Julio perteneció y ayudó económicamente, reveló una unidad de SINAPROC.
Según la unidad de SINAPROC, el hoy difunto era un hombre bueno que se caracterizó por ayudar a las organizaciones a las cuales perteneció. Al finalizar las honras fúnebres, una mujer expresó que la víctima "era un hombre de corazón humilde".
VIDA
Eucibiades Julio era cirujano especialista y médico desde hace 22 años, y hasta sus pacientes fueron a su último adiós.
Vivía con su familia en Las Cumbres, pero desde 1981 laboraba en el Hospital Amador en Colón, donde realizó su residencia.
Con su asesinato, tres jóvenes quedan en la orfandad. Dos de ellos graduados de la escuela Nuestra Señora de Lourdes y el más pequeño cursa el V año de ese plantel.
LOS HECHOS
El galeno salió la noche del sábado del Hospital Amador Guerrero a comer, pero fue interceptado por sus agresores, quienes le robaron las prendas y la cartera que llevaba consigo. |