Unas 75 familias precaristas residentes en la barriada Nueva Esperanza, en la comunidad de La Soledad de Santiago, viven ahora en condiciones infrahumanas.
Por la falta de servicios básicos como el suministro de agua potable, los niños se están enfermando. "La mayorÃa padecen de vómitos y diarreas y lamentablemente no han podido recibir atención médica oportuna", manifestaron.
Flor González, una de las precaristas, informó que cerca de 135 personas humildes no tienen dónde vivir y su única esperanza es que las autoridades locales les regalen una vivienda digna.