A pesar de la juventud y de tener todo el futuro por delante, el peor período en la vida de un hombre se encuentra durante la segunda etapa de su vida.
Coincide con la etapa de la vida en que la mayoría, todavía, está soltero.
Y también con el hecho de que, difícilmente, un joven ha logrado consolidar una situación económica que le permita satisfacer todas sus aspiraciones.
A esta conclusión llega una nueva investigación sobre felicidad y género, que comprobó que los varones alcanzan su plenitud al bordear los 50, específicamente a los 48 años.
En lo económico, los hombres aparecen más insatisfechos que las mujeres a sus 20 años. Y no es que uno u otro género gane menos, sino que las expectativas materiales de los hombres son mayores que las de las mujeres a esa edad. Curiosamente, la única excepción en la cual las mujeres demuestran más "ambición" que los hombres veinteañeros se relaciona con tener ropa.
Otro factor que explica la menor felicidad de los hombres jóvenes es que existen metas masculinas que no se alcanzan hasta avanzada la vida, como tener un auto propio o una segunda casa para vacacionar en la playa.
En consecuencia de esto, un estudio confirma su teoría del dinero y la felicidad, ya que demuestra que las nuevas generaciones nunca están satisfechas con lo que ya tienen y siempre están anhelando aún más.