CRITICA EN LINEA 

 

S E C C I O N E S

EPASA EN LINEA

PANAMA AMERICA

DIAaDIA EN LINEA

REVISTA SIETE!


primera plana

portada

al cierre

nacional

política

opinión

economía

el pueblo habla

comunidad

provincias

deportes

el mundo

viva

contacto

agenda

sociales

sucesos

 


FAMILIA
  OPINIÓN


"¡Átate los cordones de los zapatos!"

Por: Hermano Pablo | Reverendo

"¡Átate los cordones de los zapatos: mil veces te lo he dicho!" gritó la madre iracunda. Y la muchacha, a regañadientes, se ató los cordones. Pero no era sólo eso. Varias veces al día la madre le gritaba órdenes, tales como: "¡Péinate el cabello!" "¡Limpiate las uñas!" "¡Arregla tu cuarto!" Y así fueron pasando los años para Stephanie Santa María.

A los veintitrés años de edad, Stephanie, no soportando más la carga, golpeó a su madre con furia incontrolada. Luego, voluntariamente, Stephanie se entregó a la policía, que la acusó de haber golpeado con violencia a su madre.

Por la noche, la muchacha ajustó una vez más los cordones de sus zapatos, pero esta vez alrededor de su cuello. Se suicidó, aplastada por la pena, la amargura y la culpa.

Lamentablemente, esa misma situación suele repetirse en millones de hogares. Stephanie fue siempre una muchacha descuidada. Su madre fue siempre una mujer exigente. Las relaciones entre las dos nunca fueron buenas.

El llevarse bien con los hijos en nuestra sociedad actual es asunto difícil. Por un lado hay demasiados hijos e hijas rebeldes, y por otro, demasiados padres y madres abusivos. Y entre todos hay demasiada falta de ese amor que es aceite divino para suavizar los roces entre los seres humanos.

¿Cómo educar a los hijos? Este es el problema de muchos. ¿Con todo rigor y castigos? ¿Con lenidad, suavidad e indulgencia? ¿Hay que castigarlos por cualquier desvío, o hay que disimular el agravio, esperando que los hijos se corrijan solos?

La Biblia habla tanto a hijos como a padres, y aconseja: "Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. "Honra a tu padre y a tu madre -que es el primer mandamiento con promesa- para que te vaya bien y disfrutes de larga vida en la tierra."

"Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor" (Efesios 6:1-4).

Para poder cumplir con lo que Dios manda, necesitamos que Él habite en nuestro corazón. Si Cristo no mora en nosotros, nuestras buenas resoluciones no pasarán de ser sólo eso: buenas resoluciones. En cambio, con Cristo en nuestra vida podremos cumplir sus mandamientos y tener la paz que ese cumplimiento traerá.



OTROS TITULARES

Fidel y Noriega

Sin embargo, no oro por mi trabajo

El Cañonero de Domplín

¿Qué debemos hacer con Cuba?

"¡Átate los cordones de los zapatos!"

Diálogo de la CSS

 


 

  

 

linea
linea gris
 

   Copyright © 1995-2005, Crítica en Línea-EPASA 
Todos los Derechos Reservados