Estados Unidos condenó la retirada el miércoles de los precintos de la central de conversión de uranio de Isfahan, en el centro de Irán, al considerar que se trata de un "desprecio" iraní a la comunidad internacional.
"La retirada de los precintos hoy (miércoles) es una nueva muestra de desprecio de Irán por las preocupaciones internacionales", declaró a la AFP el portavoz de la delegación estadounidense ante las organizaciones internacionales en Viena, Matt Boland.
Irán retiró los precintos de su planta, lo que le permite reanudar completamente sus actividades nucleares ultrasensibles, pese a la reprobación occidental ante el temor de que sean desviadas para fabricar prototipos de la bomba atómica.
"Hemos comenzado" la operación, declaró a la AFP el vicepresidente de la Organización Iraní de Energía Atómica, Mohammad Saidi. "Todo se desarrolla bajo el control de la Agencia" Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
Los occidentales consideran que la conversión y enriquecimiento de uranio en Irán representa un peligro ya que, si bien estas actividades producen el combustible necesario para las centrales civiles, también pueden ser utilizadas para fines militares.