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Los abogados de Andrea Yates, la madre texana que mató a sus cinco hijos ahogándolos en la bañera de su casa, presentaron ayer ante el juez la solicitud de que sea declarada "no culpable" por razón de demencia. Sobre Yates, de 37 años, pesan acusaciones de asesinato ya que el 20 de junio mató a sus cinco hijos de edades comprendidas entre los 7 años y seis meses.
Todavía se desconoce si los fiscales pedirán para ella la pena capital. La juez de distrito Belinda Hill ordenó ayer la realización de una audiencia separada para determinar si la acusada estaba o no en estado de enajenación mental cuando cometió los asesinatos. Si en esa audiencia se decide que efectivamente sufre demencia, el juicio no iría adelante.
Bajo la ley de Texas, un acusado no es culpable por razones de locura si efectivamente su estado mental le impedía discernir el bien del mal en el momento en el que cometió el crimen. Andrea Yates, aparentemente sufría depresión posparto, una enfermedad que pudo haberle llevado a cometer el múltiple asesinato que conmocionó a Estados Unidos.
El primero en morir, según el relato de la propia Andrea fue Luke, el cuarto de los niños. Lo sumergió en el agua hasta que el niño dejó de respirar. Luego hizo lo mismo con Paul, que tenía tres años, y otro tanto con John, que tenía 5. A medida que iba ahogando a los pequeños, Andrea los llevó sobre su cama y los tapó con una sábana. |
