EDITORIAL
CSS y Banco Mundial
El Banco Mundial se sumó al coro de organismos internacionales y locales que vaticinan el colapso de la Caja de Seguro Social (CSS). No es nada nuevo para los que manejan la materia, salvo que revela la preocupación de esa institución financiera sobre el impacto que ese hecho tendría en el resto de la economía nacional.
Ya es harto conocido los problemas que enfrentan los programas de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), así como el de Enfermedad y Maternidad.
Por meses, obreros, empresarios y gobierno se han reunido en una mesa de diálogo que no arroja alternativas concretas para resolver el déficit actuarial y operacional del IVM.
No hay que negar que el desempeño de la economía panameña influye en el desempeño financiero del Seguro Social. La Caja tiene 778 mil cotizantes, o sea el 52 por ciento de la población económicamente activa, que en su gran mayoría cotiza en base a salarios mensuales de 400 balboas o menos.
En los últimos años, el desempleo ha incremento y crece el empleo informal, que no aporta cuotas al Seguro Social, por eso ha caido el porcentaje de cotizantes a los mismos niveles de hace 20 años.
En la crisis del Seguro Social hay diversos factores que influyen sean éstos lo que Jované llama políticas neoliberales, el abuso de los propios asegurados, los atracos al Seguro, las malas administraciones, los excesos de beneficios, el bajo interés que paga el Banco Nacional por los depósitos de la Caja y otro rosario de situaciones.
Sin embargo, la realidad hay que enfrentarla, porque echarle la culpa a mengano o sutano, no resolverá la grave situación que enfrenta la institución.
Claro está que el gobierno no enviará a la Asamblea Legislativa ningún proyecto de reformas a la ley del Seguro Social hasta después de las elecciones de mayo. No obstante, hay que avanzar en las consultas previas para que cuando llegue el momento exista el mayor consenso posible para abordar un tema tan espinoso, que implicará sacrificios para los panameños.
PUNTO CRITICO |
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