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El presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez, que llegó en enero al poder de la mano de los indígenas y de la izquierda, está dando un giro a la derecha, razón por la cual asumió el reto de romper unilateralmente la alianza con los nativos, dijeron analistas en esta capital.
El diputado Carlos González, jefe del bloque de la Izquierda Democrática (ID, socialdemócrata) calificó a Gutiérrez como "fascista" y sostuvo que se aprovechó de los indígenas y de miles de ecuatorianos ingenuos para llegar al poder con ideas de izquierda.
"Ahora ya no es de izquierda sino que Gutiérrez dio un giro total hacia la derecha para mostrarse como un neoliberal y 'fondomonetarista' que ha llegado a ser un fascista", afirmó a la prensa González, miembro de la comisión de fiscalización del unicameral Congreso.
El propio Gutiérrez, empero, no admite que es de izquierda ni de derecha y reitera que como explicó durante la campaña electoral que lo llevó al poder, no le importa dónde lo ubiquen siempre y cuando pueda servir a los menos favorecidos y luchar contra la corrupción en todas las esferas. |
