Algunos solventes como el aguarrás, la sosa, el alcohol y las fibras "especiales" para limpiar estufas pueden maltratarlas y acortar su tiempo de utilidad.
Si usted desea proteger su estufa y conservarla limpia, considere lo siguiente:
Si el horno o el mueble se encuentran calientes, nunca use agua fría para lavarlos; el cambio de temperatura puede provocar grietas en el porcenalizado de las piezas. Su estufa lucirá mejor si mantiene limpias las partes movibles, como parrillas, charolas, quemadores y comal. Para ello sólo necesita agua caliente y jabón detergente. Enjuague y seque con un trapo. Para conservar limpias las perillas de encendido basta con que las coloque en posición de apagado y las quite separándolas de su clavija; así podrá asearlas con mayor facilidad. En la limpieza del horno, asador, puertas y el resto del mueble, utilice agua caliente y jabón detergente. Para eliminar la grasa quemada y endurecida, introduzca las piezas en una solución de agua y amoníaco (hágalo con mucho cuidado, no lo toque ni lo inhale), o en un producto limpiador que contenga esa solución. Es importante que limpie los vidrios de la ventana del horno con agua jabonosa caliente. Procure que todos los orificios del quemador estén siempre limpios. Si alguno de ellos se tapa, use un alfiler o un alambre muy delgado para destaparlo.
Estas recomendaciones pueden ayudarle a mantener su estufa en buen estado. |