"Cuando todo se empezó a mover sentimos que ese gran edificio nos caía encima, eran gritos y desesperación que se vivían en los oscuros pasillos" esas fueron las impresiones de muchos de los pacientes que se encontraban recluidos en el hospital Regional Rafael Hernandez de la ciudad de David, la noche del martes 30 de julio cuando se dio lo que para muchos ha sido considerado como el sismo de mayor magnitud registrado en la región.
Yo estaba en el quinto piso y al momento todos fuimos desalojados de las camas, los que podíamos caminar bajamos despacito por las escaleras porque las enfermeras nos dijeron que no usáramos el ascensor y los demás eran ayudados por otras personas que no conocíamos pero que se encontraban dentro del hospital, ese fue el relato de Cesar Delgado un paciente de la sala de cirugía interna.
Era mucho el ruido de las sirenas y ambulancias que se escuchaba, mientras prosiguió diciéndonos que cuando llegaron a la planta baja fueron sentados en sillas los que se encontraban en mejores condiciones y los demás en colchones que fueron sacados del hospital.
Allí permanecimos hasta avanzadas horas de la madrugada mientras montaban las carpas y nos conseguían las camillas, para las más de 200 personas que estamos allí.
Finalmente a eso de 1:30 nos consiguieron por fin una cama, dormí un poco pero hacia mucho frío lo cual provoco que a las 5:00 de la mañana, me despertara y desde entonces no he dormido más y me siento muy cansado, dijo uno de los pacientes que vivió la trágica experiencia.
Fue una noche y un día muy intranquilo, los rostros de angustia que tenían tanto los pacientes como sus familiares eran evidentes pues se mostraban algo preocupados debido al riesgo que mantenían, ya que indicaban que las condiciones físicas y sanitarias en donde se encontraban los enfermos bajo las carpas era muy inestable por lo tanto podría provocar que la condición física de ellos se agravara.
Esto es verdaderamente algo jamás visto comentaban las personas que entraban y salían de esas instalaciones, lo cual fue comparado con imágenes de la película Perl Harbor, cuando en los campos de batalla se instalaban carpas improvisadas para atender a los pacientes.
Eran aproximadamente 22 toldas que fueron suministradas por parte de las entidades públicas y empresas privadas que prestaron su apoyo y cada una tenía un letrero que identificaba la especialidad médica que estaba siendo atendida es esa área, los médicos, enfermeras y auxiliares con sus equipos en manos mantenían un constante monitoreo a cada uno sus pacientes los que jamás fueron abandonados por ellos.
Para despejar el uso del cuarto urgencia del regional durante el día de ayer y hoy se habilito la policlínica Gustavo A. Ros y algunos otros centros de salud, hasta tanto se pueda reestablecer la atención médica en el nosocomio.
De las 315 personas que se encontraban recluidas en el hospital al momento del sismo unos 200 fueron traslados a los centros de atención privada Mae Lewis y Chiriquí, los cuales se abarrotaron de personas, los demás fueron instalados en las carpas que fueron colocadas en las afueras del nosocomio en donde permanecieron hasta eso de las 5:00 de la tarde, cuando se ordenó luego de la evaluación de expertos ingenieros y arquitectos a cargo del ingeniero estructural Oscar Ramírez, que el edificio presentaba algunas fisuras, pero las condiciones generales eran propicias para ser utilizadas nuevamente.
Cabe destacar que de parte de las autoridades médicas se conoció que se reporto el descenso de unas cuatro personas tres que permanecían en el cuarto de cuidados intensivos del regional y la otra muerte de un paciente que sufrió un ataque respiratorio, lo cual para ellos se dio debido a la grave condición de salud que ellos mantenían, por lo tanto se descarto que allá sido producto del siniestro y de la atención a tiempo.
Sin embargo no solo el hospital regional sufrió daños pues en algunos comercios se registraron rajaduras de vidrios, pero no de consideración.
Para el dependiente de un ciber café, la experiencia fue verdaderamente inexplicable, dijo que el local estaba abarrotado de gente, sin embargo cuando todo se empezó a mover, las personas empezaron a correr y a gritar, yo no sabía que hacer inclusive algunas se fueron sin pagar, pero cuando paró lo cual pensé por algunos momentos que jamás se iba a dar, pude recobrar la tranquilidad, pero no del todo pues había otro riesgo, al pensar que las personas del mal vivir podrían aprovechar la oportunidad para cometer sus fechorías.
De acuerdo al informe suministrado por parte del cuerpo de bomberos de los 13 distritos, los más afectados fueron David específicamente en el Hospital Regional y Barú en donde quedaron unas 47 personas damnificadas, una persona herida de consideración, dos niños atrapados, el colapso del muelle fiscal y la caída de unas 7 casas.
La presidenta de la república Mireya Moscoso visitó el área para verificar la condición da las personas que se encontraban en las afueras del hospital, en donde informo categóricamente que ante consecuencias como esas, el gobierno no escatimaría en suministrar todos los recursos económicos necesarios para atender esos problemas, a través del uso de una partida especial que es designada exclusivamente para esos problemas que se dan por consecuencias inesperadas.
Mireya en el Hospital
En tanto, la presidenta de la República, Mireya Moscoso, luego de un recorrido efectuado por las fincas bananeras, donde se reportó la caída de siete casas y una en la barriada el Carmen en Puerto Armuelles, afirmó que daría instrucciones al Ministerio de Vivienda (MIVI) para que brinde la ayuda inmediata a estas familias.
Mencionó además que enviará personal técnico de Panamá para hacer una evaluación tanto en el hospital Regional como en el Dionisio Arrocha, donde se verificaron algunas rajaduras en pisos y paredes.
Por su parte, el director institucional de la CSS, Enríquez Fernández, explicó que se hicieron las evaluaciones del hospital Dionisio Arrocha, pero el estado de las instalaciones no es aparentemente nada grave. Indicó que hoy llegarán los técnicos en ingeniería y estructura para evaluar los posibles daños de ambos hospitales. |