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Una bomba estalló ayer en una cafetería de la Universidad Hebrea de Jerusalén causando la muerte a por lo menos siete personas y heridas más de 80, en un ataque que se atribuyó el grupo islámico Hamas. El atentado fue realizado en venganza por un ataque con misil la semana pasada en Gaza, en el que murieron 14 palestinos (entre ellos un líder de Hamas y nueve niños), indicó el grupo militante palestino.
La Autoridad Palestina condenó el ataque en Jerusalén. La explosión en el centro Frank Sinatra, que siguió al atentado suicida palestino en el que resultaron heridas cuatro personas el pasado martes en Jerusalén, estremeció el recinto universitario de Monte Scopus, cerca del sector árabe oriental de Jerusalén.
La policía calificó a la explosión de ataque terrorista, pero no estaba claro de inmediato si se trataba de un atentado suicida. "Hubo una explosión, todo voló por los aires", dijo Lee Seung Jae, una joven estudiante coreana, en declaraciones a Reuters.
Las ventanas de la cafetería se hicieron añicos. Los médicos se toparon con una densa nube de humo y el hedor de restos humanos calcinados. Trabajadores de emergencia transportaron en camillas más de 60 heridos. La policía dijo que al menos siete personas murieron y más de 80 resultaron heridas. "La cafetería estaba muy concurrida y la explosión fue en el medio del local. No vi a nadie sospechoso", dijo Yossi Halfon, quien comía con unos amigos.
Algunos de los heridos, con los rostros cubiertos de sangre, salieron caminando del edificio donde ocurrió la explosión. Poco antes de la explosión, el gabinete de seguridad israelí decidió adoptar una política de medidas punitivas contra las familias de los atacantes suicidas palestinos, para disuadirlos de tales ataques, en los que han muerto 230 israelíes en dos años, dijeron fuentes políticas.
Pero aún no estaba claro cómo el gobierno planeaba superar los obstáculos legales que ya ha enfrentado para amenazar con el exilio a los familiares de atacantes suicidas desde Cisjordania hasta la cercada Franja de Gaza.
"El ataque en Monte Scopus deja en evidencia que Israel está batallando por el derecho a subirse a un autobús, ir al mercado o sentarse en una cafetería sin el temor de ser alcanzado por el terror palestino", dijo David Baker, funcionario en la oficina del primer ministro Ariel Sharon. |
