Aclaramos que no somos expertos en consejería, pero tratamos de buscar la mejor recomendación para usted. Hoy abordaremos lo difícil que es perdonar a alguien, ya sea éste un compañero de trabajo, novia (o), esposa (o) o simplemente vecino.
Todos conocen que en la vida siempre se dan situaciones causantes de estas fricciones. En el caso de los vecino, muy probablemente la bulla o la construcción de una cerca haya sido la causa. En el matrimonio, la infidelidad o hasta tonterías son las principales causas.
Lo primero que una persona afectada por alguna situación tiene que hacer para perdonar es reconocer su resentimiento contra un enemigo.
Esta persona debe identificar al enemigo y lo que ha hecho para herirle. Entonces debes decir: "Lo perdono por las siguientes ofensas". Entonces arrepiéntete de lo que sientes y pídele a Dios que te perdone, como dijo Jesús (Lc 11.4).
Después de eso, ore fervientemente por el bien de su enemigo. Jesús nos dijo que orásemos por nuestros enemigos y que ello nos ayudaría a amarlos (Mt 5.43-48). Cuando ores por tus enemigos, pida a Dios que se manifieste ante ellos y llene sus necesidades. De esta forma, estás venciendo con el bien el mal. En lugar de llenar tu mente de pensamientos negativos, aliméntala con pensamientos positivos sobre el amor de Dios hacia esa persona. Si Dios responde a tu oración, como es tu deseo, la persona por la que oras será bendecida, y recibirás una lección sobre la redención, el más alto exponente del perdón divino (Mt 18.21-35). Si pides a Dios que bendiga a alguien que te ha herido, el resultado será un pecador arrepentido y un nuevo hermano o hermana en el Señor.