Una juez belga ordenó la puesta en libertad de la niña ecuatoriana Angélica Loja Cajamarca, de 11 años, y de su madre, cuando estaban ya a punto de ser deportadas a Ecuador por residir en Bélgica ilegalmente por cuatro años.
La juez Marielle Moris paralizó el proceso de expulsión y ordenó su liberación, con lo que se ponía fin al calvario vivido durante un mes por Angélica y su madre, Ana Elizabeth Cajamarca, cuando viajaban ya en automóvil hacia Amsterdam, para subirse a un avión con destino a Quito.
Loja, quien también reside ilegalmente en Bélgica y está separado de Ana Elizabeth, encabezó una campaña mediática para lograr que la niña y su madre pudieran quedarse aquí.