El rey Mohamed VI de Marruecos ofreció una "autodeterminación consensuada" en el Sáhara Occidental dentro del plan de autonomía presentado por el Gobierno de Rabat y con el que confía en obtener "una victoria para todas las partes" en el territorio en disputa desde 1975.
Esta matización del rey contrasta con la posición del independentista Frente Polisario, que considera que el término "autodeterminación" incluye la opción de la independencia del territorio, posibilidad que rechaza tajantemente Marruecos.