Las guardametas panameñas, Lyneth Benis y Farissa Córdoba, permanecían hasta ayer varadas en la Villa Panamericana de Río de Janeiro.
Un día después de que finalizaran los Juegos Panamericanos, el presidente de la Liga Femenina de Fútbol, Miguel Bush, culpó al técnico Gaspar Pérez por no tener control del equipo.
Las dos chicas se fugaron del aeropuerto el día en que la delegación regresaba a Panamá, porque querían ver la actuación del baloncesto, según lo indicó el secretario ejecutivo de la Federación Panameña de Fútbol, Eric Ucros.