|
La pareja, como todo vínculo emocional, posee un funcionamiento muy complejo |
Todas las relaciones de pareja son propensas a sufrir todo tipo de altibajos, sobre todo cuando su duración ha sido bastante prolongada. Temas como los celos, la rutina o el exceso de trabajo son causas comunes de muchas rupturas.
La pareja, como todo vínculo emocional, posee un funcionamiento muy complejo. De ahí que pueda verse afectado por múltiples problemas, tanto generados de la propia relación como por agentes externos a ella, como el trabajo o las amistades.
En cada relación los problemas afectan de diferente manera a cada uno debido a su personalidad y a sus experiencias anteriores.
CELOS
Los celos son una expresión de cariño desmedido hacia la pareja que puede llegar a tener consecuencias trágicas. Con o sin una causa justificada los celos se fomentan en dudas y sospechas, casi siempre en torno a la fidelidad de la pareja.
Al tratarse de un tema de seguridad y confianza personal es necesario conocer qué es lo que origina el problema y quién lo sufre. Si la sospecha se mantiene de manera prolongada se puede caer incluso en una pérdida total de dignidad y ridículo.
Lo esencial en estos casos es el diálogo y contar a la pareja los miedos y las causas. Mientras, el otro deberá mostrar que lo que lleva a la sospecha son razones falsas.
RUTINA
El paso del tiempo en una relación ya consolidada puede producir un estado de estancamiento dentro de la pareja que puede provocar sentimientos de desencanto e incluso de distanciamiento.
Lo más recomendable es que programe actividades sorpresas para su pareja y variar su conducta para que la relación se vuelva algo imprevisible y se genere una cierta emoción dentro de la pareja. De esta manera se acabará con el sentimiento de desencanto y aburrimiento que produce la rutina en la mayoría de las relaciones.
FALTA DE COMUNICACION
Una de las claves esenciales que hacen que funcione bien una relación es aprender a dialogar y discutir. En ocasiones evitar comentar el conflicto sólo lo acentúa y esto puede ser la causa de la ruptura. Mediante el diálogo o la falta de él, tanto en el ámbito verbal como físico, se expresa el sentimiento de interés o rechazo hacia la pareja.
Debe reservar unos minutos al día para hablar con su pareja, tanto si existe un conflicto como si no, para reforzar la confianza con ella. Además hablar sobre las inquietudes y aficiones del otro puede descubrir facetas nuevas de la pareja que aún le son desconocidas.
ESTRES
El exceso de la carga de trabajo y la frustración que produce la actividad laboral pueden suponer un problema en la relación de pareja. De hecho, el trabajo del cónyuge es una de las principales causas de divorcio. Evitar el estrés laboral mejorará la relación de pareja, incluso a nivel sexual. Lo más importante es buscar actividades de ocio que se puedan realizar en común y que saquen de su trabajo a la parte de la pareja afectada por el estrés.
DISTRIBUCION DEL PODER
Las parejas en las que la distribución del poder y tareas es igualitaria, los problemas de toma de decisiones no suelen acabar en conflicto. Sin embargo, esta situación ideal no se da siempre y suele ser la mujer la que soporta la mayor carga familiar.
Hay que evitar mediante el diálogo que las decisiones importantes para la pareja se conviertan en luchas verbales. Por ello, escuchar con atención es esencial para poder reconocer la postura del otro ante un determinado problema. |