Solo unos días después de que la Policía Nacional anunciara una reducción de los hechos delictivos, nuevas cifras reveladas por el Programa de Seguridad Integral (PROSI) revelan que aún a este gobierno le falta mucho por recorrer para estar desde ya alardeando en la lucha por combatir el crimen y la violencia.
De acuerdo a cifras reveladas por el PROSI, la cantidad de homicidios en la primera mitad del 2009 suma 372, un total que supera en 108 la cifra que se registró hasta el mismo período del 2008.
Como para recordarle a la nueva administración que la lucha contra la delincuencia aún es un camino cuesta arriba, el pasado fin de semana se produjeron siete asesinatos en un lapso de solo seis horas, comprendidas entre la noche del sábado 25 y el domingo 26 de julio.
El incremento en la actividad de las pandillas que operan principalmente en la capital, la periferia y la ciudad de Colón, ha sido la causa principal en el meteórico incremento de los asesinatos.
Lo señalado por el PROSI da testimonio de que no solo es necesario aumentar la presencia policial, construir más cárceles y cercarlas con alambre electrificado, sino también establecer estrategias de inclusión social para recuperar a nuestra juventud.
Esto dado que son jóvenes, adolescentes y niños quienes están involucrándose cada vez más en las pandillas, y muriendo a causa de esto.
Si este gobierno lograse reducir la cantidad de pandilleros e integrar a esos chicos a la vida productiva para el bien de ellos mismos y el país, eso sí sería algo para jactarse.