Un miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se entregó voluntariamente el pasado viernes en la base de las unidades del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), ubicada en la comunidad de Jaqué, en la provincia de Darién.
El ahora ex integrante de las filas guerrilleras aseguró que pertenecía a la Compañía de Ever Ortega del Frente 57 de las FARC.
Sus razones para desertar del grupo terrorista, catalogado así por las autoridades colombianas y norteamericanas, fueron los tratos inhumanos que se registran por parte de sus superiores en el grupo insurgente.
También reveló que otro de los motivos por los que abandonó el grupo armado fue que no estaba de acuerdo con el tipo de actividades al que se dedican en la guerrilla como: el tráfico de armas, municiones y hasta drogas.
El desmovilizado, a quien se le reserva su nombre por razones de seguridad, indicó que anteriormente tuvo acceso a una volante confeccionada por el SENAFRONT, en la que se les hacía un llamado a los integrantes de estos grupos armados a tomar la decisión de ser libres, allí vio a ex compañeros y a otros desmovilizados, por lo que tomó también la decisión de desertar en suelo panameño.
El suramericano quedó a órdenes del Servicio Nacional de Migración, con el objetivo de ser extraditado próximamente a la República de Colombia.
El ex guerrillero manifestó su intención de ser beneficiado por el Programa de Asistencia Humanitaria para el Desmovilizado (PAHD), que es auspiciado por el Ministerio de Defensa, en la hermana República de Colombia.
El SENAFRON destacó que garante de la Constitución, las leyes y los convenios internacionales, garantiza los derechos y asistencia que requiera el desmovilizado, mientras se coordina con las autoridades correspondientes en la República de Colombia.