Al investigar sobre el tema, conocí que existe interés por llevar el teatro al sector estudiantil, que me parece positivo, pues por los beneficios que brinda al desarrollo de la personalidad, sería oportuno involucrar a la niñez y a la juventud; si este propósito se logra, se estará trabajando a futuro con este sector de la población.
Desarrollarlo le permite al individuo dejar a un lado el miedo y temor a hablar en público, esta fue la conclusión de Carlos Alfredo López, actor en la comedia Las sanguijuelas, quien comparte su tiempo como colaborador en Radio Nacional, narrador de los sorteos de la Lotería para este medio radial, y productor de obras de teatro infantil.
Constantemente se descubren actores que jamás pensaron hacer teatro, y que llegan a desenvolverse de forma tan natural, tal es el caso de Rosa Lorenzo, que hizo su estreno en la película Chance, y que recientemente se le pudo apreciar en la comedia dramática Las sanguijuelas, del autor Alfredo Arango y la dirección de Tatiana Salamín, puesta en escena en el Teatro La Quadra.
En Panamá se ha desarrollado en la historia del teatro, tres géneros de una manera aceptable, en la que sus precursores, algunos ya desaparecidos, supieron darle vida. Se trata del teatro popular, clásico y comedia; este último, catalogado como el género más gustado, pues sus temas abarcan el acontecer de la vida diaria, expresado con jocosidad.
Y si de disfrute se trata, recientemente pasé una velada amena al presenciar la comedia Las sanguijuelas; sólo el nombre nos da una idea del mensaje que lleva. Se trata de mostrar cómo, en la vida real, estamos rodeados de parásitos que llegan a adherirse a sus víctimas, a tal punto que le roban energía y los bienes que poseen.
Al abordar este tema, debo aclarar que no soy especialista; sin embargo recuerdo con nostalgia los años en que en el Instituto Nacional se realizaba teatro, obras en las que participé, dejando en mi gratos recuerdos, y que me permitieron cerrarle las puertas al miedo y a la inseguridad, fortaleciendo ese aspecto de mi personalidad.
Me comentan los expertos que no es fácil hacer teatro en nuestro medio, es muy complejo por los costos que hay que cubrir, sin embargo contamos con profesionales que le hacen honor a sus maestros, de manera que a través de esta columna hacemos un llamado para que se apoye el fomento de este género, principalmente en la niñez y la juventud. Hagamos del teatro una empresa productiva con el recurso humano de nuestro Panamá, el país de las oportunidades.