Las autoridades de México reconocieron que el asesinato de 17 personas cometido la semana pasada en una fiesta en la ciudad de Torreón fue perpetrado por un grupo de presos a los que los guardias dejaron salir de la cárcel, y les prestaron sus armas.
El portavoz de la Fiscalía General, Ricardo Nájera, aseguró que a los reos de la prisión de Gómez Palacio, en el estado de Durango, "se les permitió salir de prisión para matar, utilizando las armas de los guardias y viajando en vehículos oficiales".
Nájera explicó que los prisioneros actuaban como sicarios para las bandas del narcotráfico.
"Los criminales llevaron a cabo las ejecuciones como parte de un ajuste de cuentas de un grupo rival del crimen organizado, pero también mataron a inocentes de forma cobarde", aseguró el portavoz.
El 18 de julio, cinco vehículos utilitarios deportivos irrumpieron en una fiesta de cumpleaños en la norteña ciudad de Torreón y comenzaron un tiroteo con armas automáticas en el que 17 personas perdieron la vida y otras 18 resultaron heridas.
Las autoridades sospechan que ese mismo grupo de presos llevó a cabo otras dos matanzas en la misma ciudad a principios de este año.
El corresponsal de BBC Mundo en México, Alberto Nájar, informó que la directora de la cárcel, Margarita Rojas, fue detenida por la Policía Federal junto con el jefe de los custodios, el subdirector y el responsable de la seguridad en la prisión.
Según Nájera, "Rojas fue detenida después que en el portal de YouTube se difundió un video en el que un presunto policía de Lerdo, una ciudad cercana a Torreón, dijo que los responsables de la masacre eran reos a quienes se les permitía salir de la prisión, incluso con armas y vehículos oficiales".
VIOLENCIA: 17 ASESINATOS
Al menos diecisiete personas fueron asesinadas ayer en dos estados de México, ocho de ellas en el sureño de Guerrero y nueve más en Sinaloa, al noroeste del país, informaron fuentes estatales.