La suspensión indefinida de las negociaciones comerciales correspondientes a la Ronda de Doha a nivel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) afectan en cierta medida los planes de Panamá para desarrollar su política de comercio exterior.
Así lo expresó ayer el jefe de negociaciones internacionales de Panamá, Estif Aparicio, quien no obstante minimizó el efecto que cause a futuro esta situación.
Según Aparicio, con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (actualmente en fase avanzada de negociación, aunque sin fecha para una próxima ronda), y el próximo inicio de negociaciones con el bloque de países europeos y con Centroamérica, Panamá estaría cubriendo el 65% de los mercados que le interesan.
"En buena parte, las negociaciones han sido más complejas en esta ocasión por el rol mucho más activo que han adoptado los países en desarrollo en esta Ronda en comparación con su posición más pasiva, casi de silentes espectadores, durante las conversaciones de la Ronda de Uruguay (ronda previa)", dijo Aparicio.
"Si toma uno o dos años más lograr los consensos requeridos para acomodar los intereses y las sensibilidades de los países en desarrollo para la conclusión de esta Ronda, entonces; bienvenido sea este impasse", añadió.
Las declaraciones de Aparicio se dieron en el marco de una conferencia sobre las negociaciones de Doha y las implicaciones del sistema multilateral de comercio para el empresariado panameño.
G33
Panamá ha participado activamente en el G-33, grupo conformado por 45 países en vías de desarrollo representado por casi la mitad de la población mundial.