Las 9: 40 de la mañana de ayer, martes. El señor Jorge Lalin Catinberry, de 73 años, no bajó a desayunar, como era su costumbre.
"El Padrino", como era conocido, bajaba todas las mañanas a desayunar en La CanTina León, donde lo atendía la señora Celsa.
Ese local está ubicado a pocos metros del edificio Natividad, donde residía, en la Calle Mariano Arosemena, en San Miguel.
Se supo que la señora Celsa, al ver que "El Padrino" no bajaba, lo mandó a buscar.
Para sorpresa del joven que lo encontró, las puertas del señor no estaban cerradas con sus respectivos candados. Lalin se hallaba tirado debajo de la silla, sin señales de vida.
Al parecer, Lalin, que no veía bien, se fue a sentar y se cayó, golpeándose la cabeza.
Supuestamente el golpe en la cabeza le arrancó la vida.