La Nochebuena de 1515 el español Antonio Tello de Guzmán arribó a esta tierras bañadas por los caudalosos ríos Mamoní y Bayano y cuyo líder era llamado "Chepiu".
Chepiu, en lengua indígena significa "Indio blanco" (albino), característica del patriarca, pero la lengua vasca no le permitió a los colonizadores pronunciar correctamente "Chepiu" y de allí pasó a "Chepore" y por último a Chepo, como hoy se le conoce.
RICA TRADICION QUE SE OLVIDA
Chepo tal vez no tenga grandes riquezas que ofrecer, pero sí una historia envidiable, llena de pasajes, salpicada con el brillo de las riquezas coloniales que deslumbraron a corsarios y piratas, mezcolanza de razas y un relicario de tradiciones que incluso sus habitantes, hoy desconocen.
El chepano Ramón Castro, un folclorista e historiador, destaca que Chepo no siempre estuvo donde hoy se encuentra, originalmente estuvo ubicada a orillas del Río Mamoní, pero se trasladó en varias ocasiones de un lugar a otro, ante los severos ataque sufridos a manos de piratas, quienes llagaban tras los destellos de grandes riquezas, que procedentes de Europa y la capital de (Panamá) eran guardadas en el pueblo por su cercanía a los ríos navegables Mamoní y Bayano, salida natural al "Archipiélago de las Perlas y al Mar del Sur.
Hoy quien visite esta población, curiosamente se encontrará que el templo católico que alberga la imagen del gigante San Cristóbal, está de espaldas a su entrada y que su cementerio está justamente en la entrada del pueblo.
La razón nos lleva otra vez a su historia y es que al ser levantado el poblado se ubicó de cara al río Mamoní entrada natural del pueblo en aquellos años , hasta que siglos después fuera construida la carretera que hoy conecta Chepo con el resto del país.
FOLCLORE, QUE SE HA PERDIDO
"Somo ricos y pobres al mismo tiempo", dice Castro, refiriéndose a la gran cantidad de manifestaciones autóctonas que se fundieron con el paso de la historia chepana y que ella misma se encargó de enterrar.
Fue Chepo la primera población en tener la "Danza del Gran Diablo", como medio de evangelizar a las poblaciones indígenas y de la que hoy gozan pueblos como La Chorrera. Por mencionar, algo de lo que con tristeza han perdido los chepanos, según Castro. Tradición que según él, fuera establecida por el primer párroco que llegó a esta tierra.
Para sorpresa de muchos, Chepo tuvo su propia y auténtica versión de "Negros Congos" e incluso su propia pollera a la que bautizaron con el nombre de "matine", que fuera traída por los negros colombianos que durante el periodo de unión a la gran Colombia cruzaron las fronteras y decidieron establecerse, mezclándose con los nativos y enriqueciendo su folclore con cantos, bailes y tradiciones.
"Lastimosamente no lo aprovechamos" dijo Castro "pues hoy todo eso se ha perdido a falta de interés de los propios chepanos".