La violencia está cada vez más impertinente. Si no lo cree, pregúntele al señor Marco Castillo, de 52 años, víctima del hurto de su carro en la noche del pasado sábado.
Según el colonense, él dejó su auto Nissan Sentra rojo, con placa 107154, aparcado en el establecimiento de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Panamá, y cuando regresó le faltaban varios accesorios.
Una caja de herramientas valorada en 50 dólares y un equipo de sonido de 80 dólares fue lo que le hurtó el capitalino Víctor Grajales.
Hasta el cierre de esta nota, Grajales no había sido capturado por los uniformados, porque las lluvias habían interrumpido su labor.