Luego de terminado el partido de ayer, donde Brasil doblegó a Argentina en la tanda de penales por la final de la Copa América, el llanto en los ojos de algunos jugadores los llevó a la misma tristeza que ocurrió en el pasado mundial de fútbol del 2002.
Perdieron ante un Brasil, sin Ronaldo, Ronaldinho, Kaká, Roberto Carlos, Dida, entre otras flamantes estrellas.
Argentina se equivocó a la hora de la definición, puso a un muchacho como D'Alessandro para abrir la tanda y el resultado fue iniciar con el pie izquierdo: fallando.
Bielsa al final dijo a las agencias de prensa que Argentina fue mejor. No se equivocó, pero a la hora de cobrar y mover las piezas en la tanda de los 12 pasos, Parreira fue más astuto.
Hoy muchos lloran en Panamá, en Buenos Aires y en el mundo. Pero todos se preguntan: ¿Por qué no dirige ese que le llaman Virrey? Hablamos de Carlos Bianchi.