Brasil, la selección campeona del mundo, extendió ayer su reinado en el fútbol al proclamarse también monarca de América en una intensa y emocionante final ante Argentina, que hizo todo el gasto y sólo claudicó en la ruleta de los penaltis al terminar el partido con empate a dos.
Andrés D'Alessandro y Gabriel Heinze fallaron las dos primeras penas máximas y dejaron el camino expedito a Brasil, que no falló desde el punto fatídico con tiros de Adriano, Edu, Diego y Juan.
Un despiste defensivo aprovechado por Luisao justo antes del descanso y un balón suelto que no desperdició Adriano para clavarlo con la zurda, echaron por tierra el buen trabajo de Argentina, que no supo conservar su doble ventaja.
Con este título, Brasil suma su séptima Copa América, mientras que Argentina sigue al frente del palmarés con 14 títulos, igualado con Uruguay.