En estos momentos, cuando se debate las penas a menores infractores, queremos darle algunos consejos que usted debe conocer sobre la disciplina de sus hijos.
Ame a su hijo antes de disciplinarlo.
Nunca discipline cuando enojado (fuera de control) *espere.
Cuando su corazón está bien, su mano estará bien.
Dé disciplina y no abuso.
Después de que el niño sabe el mal que hizo.
Determine entre: rebelión y accidente, ignorancia u olvido, desobediencia.
Ser fiel a disciplinar cada hecho de rebeldía y desobediencia
Si posible, discipline privadamente: A. En una habitación de la casa, B. No en la presencia de otros niños, C. Nunca discipline en público
Discipline pronto después de la ofensa.
Dile qué hizo mal antes de disciplinarlo.
Si es posible, enséñele de la Biblia su error Ef. 6:1.
Enséñele que no solo lo ha ofendido a usted, pero también ha pecado contra Dios.
Explique al niño que lo ama y que lo está disciplinando porque Dios lo demanda.
Ore con el niño cuando acabe de disciplinar y se ha arrepentido *deje que arregle cuentas con Dios y usted
Ame a su hijo y perdónelo A. Luego, mañana, olvide que ha tenido que disciplinarlo, B. No traiga a memoria otra vez lo que ha hecho, después que se ha arrepentido, C. Dios no se acuerda de nuestros pecados cuando se lo confesamos y nos perdona 1Jn. 1:9; Heb. 10:17
Si usted realiza cada uno de estos pasos, tenga por seguro que tendrá un hijo de bien. Recuerde que Dios también nos disciplina. Seamos mejores padres.