Las autoridades de Venezuela aseguran que tienen la situación "bajo control" tras la crisis generada por las graves inundaciones que afectan al occidente del país. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, dijo en todo caso que la situación en el estado de Apure sigue "extremadamente grave", sobre todo en la población de Guasdualito que quedó bajo las aguas. También explicó que el gobierno está llevando tiendas de campaña, comida, agua potable y medicinas para auxiliar a los más de 40.000 damnificados.
Cuatro personas murieron en la población, debido al desbordamiento del río Sarare que se nutre de sus afluentes que provienen de la cordillera de los Andes. Cabello aseguró que en los próximos meses la situación podría empeorar, al arreciar el período de lluvias. Mientras tanto, se han producido protestas callejeras protagonizadas por los pobladores de la zona, quienes aseguran que la ayuda no ha sido efectiva.
Incluso han denunciado la aparición de los primeros casos de dengue, malaria y sarampión. Debido a esto, un contingente de médicos del Ministerio de Salud llegó a Guasdualito con el fin de atender los casos. Cerca de 25.000 personas de las 38.000 que habitan en la pequeña población fronteriza con Colombia, han perdido sus viviendas. |