La muerte de un agente de la Policía Técnica Judicial (PTJ) por intoxicación con un insecticida debe ser investigada profundamente. El funcionario entró en coma luego de consumir una comida que mantenía guardada en el refrigerador de la Unidad Sensitiva de la institución.
El hecho es altamente sospechoso y la Fiscalía Auxiliar debe hacer los mayores esfuerzos para esclarecer si los alimentos fueron contaminados de manera accidental o hubo mano criminal.
La víctima manejaba información de casos muy sensitivos y por ende las sospechas que ha generado, al punto que el Ministerio Público abrió una investigación para aclarar el hecho.
No hay duda que las organizaciones criminales buscan cualquier recurso para evitar las investigaciones de alto perfil que desarrollan los estamentos de seguridad pública, por ende las sumarias deben requerir el mayor esfuerzo de los agentes del Ministerio Público y los galenos del Instituto de Medicina Legal para esclarecer lo sucedido.
Los hechos que desencadenaron el deceso del agente de la PTJ deben ser investigados por los mejores peritos del país, para castigar a los culpables si es que hubo mano criminal o aclarar si se trató de un lamentable hecho accidental.